sábado, 20 de agosto de 2011

Pluralidad social

Como lo enseña el colapso de los regímenes antidemocráticos a finales del siglo XX, la única homogeneidad política a la que se puede aspirar es la que se deriva de una comunidad de valores donde se respeta la pluralidad social y su creciente complejidad.

Soledad Loaeza
Fragmento de "Oposición y Democracia"

miércoles, 3 de agosto de 2011

El cerebro y el arte de la ficción

"Nuestro cerebro tiene la capacidad de detectar cuál es el origen de la información que tenemos: puede ser la realidad misma (lo que percibimos a través de los sentidos) o algo que consideramos ficción, pero una vez pasado ese estadio  en el cerebro se confunden por completo. Mi imagen mental, el recuerdo de mi mejor amigo, en este momento es tan real o tan ficticio, tan vívido o tan poco vívido como mi recuerdo de un personaje de la literatura, como mi recuerdo de Pedro Páramo".

"Es más importante la recreación de la realidad que la realidad misma, y esto constituye un fenómeno esencial para la supervivencia. Los seres humanos hemos desarrollado muy ampliamente la capacidad de predecir el futuro. Nuestro cerebro no está hecho para almacenar datos, no está hecho para tener una memoria de todo lo que hemos vivido. Sería inútil. Es por eso que olvidamos tan fácilmente. Aunque nos equivocamos constantemente, tratamos de prever lo que va a ocurrir todo el tiempo porque es lo único que puede garantizar nuestra conservación".

"En ese sentido, la  narrativa (todas las ficciones, desde un videojuego hasta el cine), pero muy particularmente la literatura de ficción, las novelas, los cuentos y los relatos, son ejercidos en el arte de ser humano. Nos enseñan las distintas posibilidades de lo humano para saber cómo se comportan los otros en ciertas circunstancias y también cómo lo haríamos nosotros en el mismo escenario".

"Las novelas nos colocan en escenarios de prueba posibles para ser vividos. Podemos también, en ese sentido evolutivo, comportarnos en consecuencia".

"Todo lo que soy y todo lo que percibo como el mundo: esta mesa, las nubes grisáceas en el cielo, mi propio brazo, el terso rostro de mi amada, todo se concentra en mis cien mil millones de neuronas".

"Para mí no importa tanto que tu estés ahí como que mis sentidos te aprehendan y yo forme una imagen mental tuya, que es la que en este momento estoy observando, la que creo que está frente a mi yo, con la que creo que estoy dialogando. Tú habitas dentro de mi cerebro en este momento, independientemente de que, quizá, también estés a un metro de distancia".

"Esto tiene consecuencias fascinantes: a todos los seres humanos los construimos así y eso también que puedan habitarnos también cuando no los vemos. Tú, para mí, sigues existiendo incluso si me volteara, pero también -en el caso más triste o terrible- alguien podría seguir existiendo aunque estuviese muerto."

"La única posibilidad de la vida después de la muerte en la que yo creo, es la vida después de la vida que está en las neuronas de las personas que te conocieron".

"La maravilla de las neuronas espejo es que están diseñadas para copiar los movimientos de los otros como si fueran los nuestros. La única manera de leer al otro es aprehender al otro y luego, interiormente, copiar esos mismos movimientos que está haciendo el otro para tratar de saber lo que nos quiere decir".

"Para muchos científicos este juego de imitación ha sido más importante en el desarrollo de la humanidad que la inteligencia. Aquí podemos ver un atisbo del origen de la ficción que nace esencialmente de un juego entre dos personas. El sustrato de la empatía, lo que llamamos empatía filosóficamente, es ponerse en el lugar del otro."

"Y es natural, lo hacemos todo el tiempo. Tal vez bloqueamos la empatía con prejuicios que nos hacen pensar que no podemos estar en el lugar del otro, pero si nos dejáramos llevar en realidad es muy fácil ponerse en el lugar del otro. Es lo que hacemos todo el tiempo frente a la ficción, frente una película o una novela."

"Ver hacer es como hacer".

Jorge Volpi
Fragmentos de la entrevista "Tocar lo invisible" hecha por José Gordon en la revista "Muy interesante", ed. julio 2011.