martes, 5 de enero de 2016

Los libros nacen de un germen ínfimo, un huevecillo minúsculo, una frase, una imagen, una intuición.

"Los libros nacen de un germen ínfimo, un huevecillo minúsculo,  una  frase,  una  imagen,  una  intuición;  y  crecen como zigotos, orgánicamente, célula a célula, diferenciándose en tejidos y estructuras cada vez más complejas, hasta llegar a convertirse en una criatura completa y a menudo inesperada."

Rosa Montero