viernes, 21 de diciembre de 2012

El respeto inmerecido

Una suposición general, que acepta casi todo el mundo en nuestra sociedad —los no-religiosos incluidos—, es que la fe religiosa es especialmente vulnerable a la ofensa y que debería ser protegida por un muro de respeto inusualmente grueso, de una forma diferente al respeto que todo ser humano debería prestar a los demás.
Douglas Adams lo expresó tan bien en un discurso improvisado en Cambridge, poco antes de su muerte (5), que nunca me cansaré de compartir sus palabras:

" La religión... contiene ciertas ideas en su interior que podemos llamar sagradas o santas o lo que se quiera. Lo que esto significa es: «Aquí hay una idea o una noción de la que no te está permitido decir nada malo. Nada en absoluto. ¿Y por qué no?... Porque no». Si alguien vota a un partido con el que no se está de acuerdo, uno es libre de discutir sobre él lo que quiera; todo el mundo tendrá un argumento en contra, pero nadie se sentirá agredido por ello. Si alguien piensa que los impuestos deberían subir o bajar, eres libre de tener un argumento en contra. Pero, por otro lado, si alguien dice: «Mi religión me dice que no debo mover ni un interruptor en sábado», tú dices: «Yo lo respeto». ¿Por qué se supone que es legítimo apoyar al Partido Conservador o al Partido Laborista, a los republicanos o a los demócratas, a este modelo económico en vez de a aquel, a Macintosh en vez de a Windows, pero no lo es tener una opinión acerca de cómo comenzó el Universo, acerca de quién creó el Universo…, porque es sagrado?... No solemos desafiar las ideas religiosas, pero ¡es muy interesante ver qué ola de protestas se generan cuando Richard [9] lo hace!
Todo el mundo se pone absolutamente frenético con esto porque no se nos permite decir esas cosas. Pero si se piensa racionalmente no hay razón por la que esas ideas no puedan estar tan abiertas al debate como cualquier otra, excepto si, de alguna forma, hemos acordado entre nosotros que no deberían estarlo."

Richard Dawkins en "El espejismo de Dios"

No hay comentarios:

Publicar un comentario