sábado, 3 de enero de 2015

" la soledad en un mundo extraño que ya no comprendemos más y que continuará su curso sin nosotros"

" Siempre habíamos mirado lejos. ¿Sería necesario aprender a vivir al día? Estábamos sentados uno al lado del otro bajo las estrellas, rozados por el olor amargo del ciprés, nuestras manos se tocaban; por un instante el tiempo se había detenido. Se echaría a correr otra vez. ¿Y entonces? ¿Sí o no yo podía trabajar todavía? ¿Mi rencor en contra de Philippe se desdibujaría? ¿Volvería a asaltarme la angustia de envejecer? No mirar demasiado lejos. A lo lejos estaban los horrores de la muerte y de los adioses; estaban los postizos, las ciáticas, las invalideces, la esterilidad mental, la soledad en un mundo extraño que ya no comprendemos más y que continuará su curso sin nosotros. ¿Lograré no alzar mi vista hacia esos horizontes? ¿O aprenderé a percibirlos sin espanto? Estamos juntos, ésa es nuestra posibilidad. Nos ayudaremos a vivir esta última aventura de la cual no regresaremos. ¿Eso nos la volverá tolerable? No sé. Esperemos. No tenemos elección."

Fragmento de "La mujer rota" de Simone de Beauvoir

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