miércoles, 25 de agosto de 2010

Superstición

Si se creía que un gato negro que cruzaba el camino significaba mala suerte, entonces también se creería en el destino, pensaba Sofía. Cuanto mas pensaba en ello, más ejemplos le salían de la fe en el destino. ¿Por qué se decía «toca madera, por ejemplo y por qué martes trece era una día de mala suerte?; Sofía había oído decir que muchos hoteles se saltaban el número trece para las habitaciones. Se debería a que, a fin de cuentas, había muchas personas supersticiosas.

–Superstición, por cierto, ¿no era una palabra extraña? Si creías en el cristianismo o en el islán se llamaba fe», pero si creías en astrología o en martes y trece, entonces se convertía enseguida en superstición.

¿Quién tenía derecho a llamar superstición, a la fe de otras personas?
Fragmento de el libro "El mundo de Sofia" de Jostein Gaarder

1 comentario: