domingo, 18 de julio de 2010

Conocimiento




-          (…) También nosotros quemamos libros. Los leemos y los quemamos, por miedo a que los encuentren. Registrarlos en microfilm no hubiera resultado. Siempre estamos viajando, no queremos enterrar la película y regresar después por ella. Siempre existe el riesgo de ser descubiertos. Mejor es guardarlo todo en la cabeza, donde nadie puede verlo ni sospechar de su existencia. Todos somos fragmentos de Historia, Literatura y de Ley Internacional, Byron, Tom Paine, Maquiavelo o Cristo, todo está aquí. Y ya va siendo tarde. Y la guerra ha empezado. Y estamos aquí,  y la ciudad está allí, envuelta en su abrigo de un millar de colores. ¿En qué piensa Montag?
-          Pienso que estaba ciego tratando de hacer las cosas a mi manera, dejando libros en las casas de los bomberos y enviando denuncias.
-          Ha hecho lo que debía. Llevado a escala nacional, hubiese podido dar espléndidos resultados. Pero nuestro sistema es más sencillo y creemos que mejor. Lo que deseamos es conservar los conocimientos que creemos habremos de necesitar, intactos y a salvo. No nos proponemos hostigar ni molestar a nadie. Aún no. Porque si destruyen, los conocimientos habrán muerto, quizás para siempre. Somos ciudadanos modélicos, a nuestra manera especial. Seguimos las viejas vías, dormimos en las colinas, en las noches, y la gente de las ciudades nos dejan tranquilos. De cuando en cuando, nos detienen y nos registran, pero en nuestras personas no hay nada que pueda comprometernos. La organización  es flexible, muy ágil y fragmentada. Algunos de nosotros hemos sido sometidos a cirugía plástica en el rostro y en los dedos. En este momento, nos espera una misión horrible. Esperamos a que empiece la guerra y, con idéntica rapidez, a que termine. No es agradable. No es agradable, pero es que nadie nos controla. Construimos una extravagante minoría que clama en el desierto. Cuando la guerra haya terminado, quizá podamos ser de alguna utilidad al mundo.
-          ¿De verás cree que entonces escucharán?
-          Si no lo hacen, no tendremos más que esperar. Transmitiremos los libros a nuestros hijos, oralmente, y dejaremos que nuestros hijos esperen, a su vez. De este modo se perderá mucho, desde luego, pero no se puede obligar a la gente a que escuche. A su debido tiempo, deberá a acudir, preguntándose, qué ha ocurrido y por qué el mundo ha estallado bajo ellos. Esto no puede durar.
-          ¿Cuántos son ustedes?
-          Miles, que van por los caminos, las vías férreas abandonadas, vagabundos por el  exterior, bibliotecas por el interior. Al principio, no se trató de un plan. Cada hombre tenía un libro que quería recordar, y así lo hizo. Luego, durante un período de veinte años, fuimos entrando en contacto, viajando, estableciendo esta organización y forzando un plan. Lo más importante que debíamos meternos en la cabeza es que no somos importantes, que no debemos ser pedantes. Sólo somos sobrecubiertas para libros, sin valor intrínseco. Algunos de nosotros viven en pequeñas ciudades. El Capítulo I del Walden de Thoreau, habita en Green River, el Capítulo II, en Millow Farm, Maine. Pero si hay un poblado en Maryland, con solo veintisiete habitantes, ninguna bomba caerá sobre esa localidad que alberga los ensayos completos de un hombre llamado Bertrand Rusell. Coge ese poblado y casi divida las páginas, tantas por persona. Y cuando la guerra haya terminado, algún día, los libros podrán ser escritos de nuevo. La gente será convocada una por una, para que recite lo que sabe, y lo imprimiremos hasta que llegue otra Era de Oscuridad, en la que, quizá, debemos repetir toda la operación. Pero esto es lo maravilloso del hombre: nunca se desalienta o disgusta lo suficiente para abandonar algo que debe hacer, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo.

Ray Bradbury
Fragmento de "Fahrenheit 451"

2 comentarios:

  1. Hola Rebeca, al parecer te ha fascinado ese libro.

    Ya espero poder publicar, tengo muchos temas que me interesan compartir, pero en esta semana estaré muy ocupado, así que solo me dedicare a leer lo que pones.

    Buen Día

    ResponderEliminar
  2. Es un libro que leí cuando era universitaria y lo estoy recuperando para este blog y tienes razón, me identifiqué y me identifico con muchas premisas que maneja el autor.

    De hecho cuando transcribí esta entrada sentí que sintetiza la esencia de este blog. Conservar y transmitir aquellos que nos gusta y cada quien considera importante. Hay mucho de donde elegir considerando todo lo que se ha escrito pero bueno, la idea es compartir y enriquecernos mutuamente.

    Por cierto, espero pronto leerte.... en verdad estoy en expectativa.

    PD. Ya pude subir el archivo, muchas gracias!!!! Abrazos!!!

    ResponderEliminar