viernes, 25 de julio de 2014

Quiero verte escuchar. Quiero verte respirar.

Quince minutos después
Re:

Leo, creo que te está volviendo a entrar miedo (tu latente miedo crónico al contacto con Emmi). Ya te gustaría poder detenerte en el tema de los «pechos grandes», ¿no es así? ¿Que de qué vamos a hablar? Me da igual. Contémonos experiencias de la infancia. No prestaré atención a la forma ni al contenido de tus palabras, sólo al modo en que las pronuncias. Quiero verte hablar, Leo. Quiero verte escuchar. Quiero verte respirar. Tras un periodo tan largo de estrecha, íntima, alentadora, refrenada, incesante, interrumpida, satisfecha e insatisfecha virtualidad, quiero verte durante una hora de una vez, de una vez para siempre. Nada más.

Extracto de "Cada siete olas" de Daniel Glattauer

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