viernes, 25 de julio de 2014

Para mí, despedirme de ti sería dejar de pensar en ti, no sentir ya nada al pensar en ti.

Siete minutos después
Re:
Me alegro, pero por desgracia sería una impresión opuesta a la mía. Verte: está bien. Verte «una vez más», verte por última vez: ¡mierda! Llevamos un año y medio viéndonos «quizá por última vez», Leo. Llevamos un año y medio despidiéndonos. Parece como si nos hubiésemos conocido con el exclusivo propósito de despedirnos. No quiero más, Leo. Estoy harta, cansada, agotada de tantas despedidas.
Haz el favor de irte sin más. Mándame al administrador del sistema, al menos con él se puede contar, contesta de manera consecuente al cabo de diez segundos y me saluda con aire distante. Pero deja ya de despedirte de mí todo el tiempo. Y encima no des la bochornosa impresión de que eres incapaz de imaginar nada más bonito que verme «por última vez».

Nueve minutos después
Fw:
Yo no he dicho «verte por última vez». He dicho «verte una vez más». Y por correo electrónico hasta eso suena más dramático de lo que es. Cara a cara, la impresión no te resultará bochornosa. De todos modos no estoy dispuesto a perderte. Tengo tanto de ti en mí... Siempre he sentido que me enriquecías. Cada impresión sensorial de Emmi es una partida que se acredita en mi cuenta. Para mí, despedirme de ti sería dejar de pensar en ti, no sentir ya nada al pensar en ti. Créeme, estoy muy lejos de despedirme de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario