martes, 22 de julio de 2014

¡Odioso día en el que recibí la vida!

«¡Odioso día en el que recibí la vida! —exclamé desesperado—. ¡Maldito creador! ¿Por qué creaste a un monstruo tan horripilante, del cual incluso tú te apartaste asqueado? Dios, en su misericordia, creó al hombre hermoso y fascinante, a su imagen y semejanza. Pero mi aspecto es una abominable imitación del tuyo, más desagradable todavía gracias a esta semejanza. Satanás tenía al menos compañeros, otros demonios que lo admiraban y animaban. Pero yo estoy solo y todos me desprecian."

Fragmento de "Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley

No hay comentarios:

Publicar un comentario